De nuevo, otro gesto de generosidad con los más desfavorecidos, esta vez con nuestros vecinos ucranianos. Sí, vecinos. Porque no están tan lejos. Porque nos podía haber ocurrido a nosotros. Porque “hoy por tí, mañana por mí”. Porque juntos, a través de pequeños gestos, podemos hacer grandes cosas. Porque entre todos es más fácil, como decimos en muchas ocasiones a nuestros alumnos…
Gracias a todos los que habéis hecho posible que podamos hacer llegar a Ucrania, con todo nuestro cariño, tantas cajas repletas de ropa, alimentos y útiles de higiene.
Una vez más, nuestros corazones con los colores de su bandera y con nuestros colores franciscanos, siguen siendo el símbolo a través del cual seguimos aclamando el cese de la guerra, de tanto dolor, de tanta injusticia…